Un 20 % de los españoles padecen este síntoma del estreñimiento, cuando nos debe poner en alarma según el protocolo clínico es hacer menos de 3 deposiciones a la semana
¿Qué hacer para combatir el estreñimiento?
Dado que la mayoría de los casos de estreñimiento habitual se deben a malos hábitos higiénico-dietéticos, estos consejos pueden ser de utilidad para prevenir y tratar el estreñimiento, tanto crónico como ocasional (2):
Prevenir el sobrepeso y la obesidad, ya que favorecen el enlentecimiento de la motilidad del colon y dificultan el vaciado rectal, por lo que aumentan el riesgo de estreñimiento y hemorroides.
Comer despacio y masticar bien los alimentos y hacerlo en un ambiente relajado
Beber suficientes líquidos sin gas añadido, priorizando siempre el agua como elección.
Hacer ejercicio físico a diario.
Evitar la falta de respuesta a la “llamada”, es decir, dejar de ir al baño porque hay prisa o no es el momento o el lugar oportunos, ya que acaba suprimiendo el reflejo gastrocolónico.
Aumentar de forma progresiva el consumo habitual de fibra dietética, siempre acompañada de agua.
La exposición abusiva al sol es el principal enemigo de una piel sana. Y es que tomar el sol de forma inadecuada provoca cambios acelerados dando lugar a un envejecimiento prematuro. La piel, de aspecto engrosado y áspero, pierde su elasticidad y firmeza natural, apareciendo arrugas marcadas y profundas. Se observan manchas cutáneas como consecuencia de una alteración de la pigmentación y rojeces provocadas por la dilatación de pequeños vasos sanguíneos. El resultado final es una piel que ha perdido su funcionalidad y sus características naturales. Pero, el daño solar, más allá de los signos propios de una piel fotoenvejecida, puede llevar consigo la aparición de lesiones más graves que pueden derivar en el cáncer de piel.
A menudo para reforzar las medidas de fotoprotección y minimizar los efectos nocivos de la radicación solar, es conveniente proporcionar algún suplemento nutricional que complemente la ingesta de antioxidantes que ofrece la dieta habitual.
El BetaCaroteno pertenece a la familia de los carotenoides presentes en los vegetales. Se encuentra en frutas y verduras y es el responsable de dar color naranja, rojizo o amarillo a algunos de estos vegetales. Una vez ingerida se transforma en el organismo en vitamina A, de ahí su denominación “provitamina A”. Además de compartir funciones con la vitamina A, es un potente antioxidante capaz de destruir los radicales libres generados por la radiación solar y prevenir el envejecimiento celular. El Betacaroteno extraído del alga Dunaliella salina es una de las fuentes naturales más ricas en estos nutrientes protegiendo la piel contra los daños causados por la radiación solar y contribuyendo a estimular de forma segura, un bronceado uniforme y progresivo de la piel.
La vitamina E es un antioxidante de primer orden que impide la oxidación de las membranas celulares. Asimismo favorece la acción de los betacarotenos y vitamina C al impedir la formación de radicales libres. La VitaminaE8 restaura el equilibrio oxidativo a la vez que contribuye a aumentar las defensas de la piel.
Cualquier momento es bueno para tomar la sabia decisión de, en caso de exceso, perder peso y empezar a cuidarse, mejorando los hábitos alimentarios e incluyendo la actividad física diaria como parte de una estrategia global para un estilo de vida saludable. Pero esta premisa, a la hora de ser llevada a la práctica, no es sencilla. Por eso, recibir ayuda extra que facilite este objetivo de salud, siempre es una decisión acertada.
Lo interesante desde el punto de vista de la salud es perder peso a expensas de la masa grasa y que esa pérdida se mantenga estable en el tiempo, ayudando a evitar el efecto rebote y manteniendo unos adecuados niveles de nutrientes y de energía.
Perder grasa manteniendo la masa muscular
La naturaleza nos ofrece algunas plantas estratégicas de apoyo para el control del sobrepeso que incluyen aquellas que aportan cafeína, capsaicina o foskolina ya que pueden aumentar el gasto energético y la oxidación de las grasas ayudando a contrarrestar la disminución en la tasa metabólica que sucede durante la pérdida de peso, es decir, las plantas con efecto termogénico
Controlar el apetito
Sin duda una de las quejas más habituales cuando se sigue una dieta de control de peso es que algunas personas expresan que “pasan hambre”. Para ayudar a controlar esta sensación y en especial los antojos por comer dulces (alimentos que se reducen drásticamente en las dietas de control de peso) nos podemos apoyar en algunas plantas y nutrientes.
Ya hemos comentado que ingredientes naturales como el jengibre o la pimienta cayena pueden ayudar a controlar el apetito pero a la hora de controlar la ansiedad por comer alimentos dulces, la Garcinia y la Gymnema son dos aliadas naturales muy útiles.
Mantener la energía y un buen nivel de nutrientes
Las dietas de control de peso muy restrictivas y sin control terapéutico pueden desencadenar falta de energía y nutrientes lo que puede ocasionar fatiga tanto física como metal, cansancio, bajo estado de ánimo, etc., por lo que un correcto aporte de micronutrientes será fundamental.