ASHVAGANDHA: la raíz de Withania somnífera se ha empleado tradicionalmente para tratar los estados de ansiedad e hiperexcitabilidad nerviosa entre otras aplicaciones. En su composición abundan principalmente los witanólidos y en menor proporción alcaloides y saponinas. En la monografía de la OMS se detalla su actividad antiestrés al mejorar el tiempo de reacción, su poder antioxidante, su actividad inmunoestimuladora y su capacidad neuroprotectora (1). En medicina ayurvédica se ha empleado por su capacidad adaptógena para mejorar la salud física y mental, aumentar la resistencia contra enfermedades y contaminantes externos, así como para aumentar la longevidad (2-4).
Diversos estudios sobre la ashwagandha y su efecto sobre la ansiedad y el estrés crónico han demostrado su efectividad en la mejora de los índices de ansiedad, la salud mental, la concentración, la fatiga, la vitalidad y la calidad de vida en general, así como una reducción significativa del estrés reduciendo los niveles séricos de cortisol (5-7).
La suplementación con ashwagandha se asocia con aumentos significativos en la masa muscular y la fuerza, y sugiere que la ashwagandha podría ser útil como suplementación en un programa de entrenamiento de resistencia (8).
Varios estudios preliminares mostraron una reducción en la fatiga asociada la quimioterapia y una mejoría en la calidad de vida en pacientes con cáncer de mama, con una mejora en la tendencia de la supervivencia general (9,10).
La disfunción sexual femenina incluye a distintos trastornos que dan como resultado una disminución de la libido, sequedad en la vagina, reducción de la percepción genital, reducción de la excitación, dolor durante el coito y problemas para alcanzar el orgasmo y se deben principalmente a manifestaciones neurovasculares, hormonales o psicógenas. El extracto de ashwagandha podría mejorar los síntomas de la disfunción sexual femenina como excitación, lubricación, orgasmo y satisfacción (11).
Los resultados de diversos estudios sugieren que la ashwagandha podría emplearse como terapia para el manejo clínico y el tratamiento de la infertilidad masculina. Mejora la calidad del esperma y repara las concentraciones alteradas de lactato, alanina, citrato, glicerofosfocolina, histidina y fenilalanina en el plasma seminal. También redujo el estrés oxidativo, inhibió la peroxidación lipídica disminuyendo los niveles de varios oxidantes y mejorando el nivel de diversos antioxidantes. Además también aumentaron los niveles de testosterona y LH y se redujeron los niveles de FSH y prolactina asociados a una mejora en la fertilidad (12-14).
La ashwagandha parece ser capaz de mejorar la memoria de trabajo auditivo-verbal, una medida de la cognición en el trastorno bipolar (15), así como de ser beneficioso como coadyuvante en el tratamiento del trastorno obsesivo-compulsivo (16).
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