PRO-RECOVERY es nuestro probiótico de mayor potencia, con 120.000 millones de UFC. Se caracteriza por contener 20 cepas probióticas de las cuales 11 son de origen humano, 2 de origen vegetal y 7 de origen lácteo.
PRO-RECOVERY es capaz de reestablecer el dominio de cepas beneficiosas a lo largo de todo el tracto intestinal que pueden estar diezmadas por el uso frecuente de antibióticos.
Nuestra fórmula única restaura una microflora saludable y equilibrada, fundamental para la asimilación de nutrientes y la síntesis de vitaminas. PRO-RECOVERY coloniza todo el tracto intestinal, donde sus múltiples cepas terapéuticas se insertan en el revestimiento de la mucosa para calmar los intestinos y mejorar el rendimiento inmune. Esto puede ser imprescindible en el proceso de recuperación para las personas expuestas a tratamientos múltiples y prolongados de con antibióticos.
La cobertura entérica de la cápsula protege el producto de los jugos gástricos y asegura su potencia al 100%.
LACTOBACILLUS RHAMNOSUS: contiene cuatro cepas beneficiosas que pertenecen a esta especie. 2 humanas: HA111 y HA114; y 2 lácteas R0011 y R1039.
Se considera una de las especies probióticas más investigadas por su tolerancia en condiciones ácidas. Este producto contiene más de 26.000 millones de unidades formadoras de colonias (UFC) provenientes de esta especie.
Coloniza dentro de las membranas de los intestinos ejerciendo numerosos beneficios para la salud: aumenta la producción de ácido láctico, suprimiendo activamente el crecimiento de bacterias dañinas como la Salmonella (1); es efectivo en la prevención de la diarrea asociada a antibióticos (2) y la diarrea asociada a Clostridium difficile (3). Fortalece el sistema inmune y es un buen coadyudante en la vacunación frente a la gripe (4); mejora la función de barrera intestinal para el alivio de enfermedades autoinmunes como la artritis (5) y las alergias (6). Mejora el perfil lipídico en sangre (7) y reduce el colesterol (8). Puede prevenir o mejorar los síntomas de la depresión y ansiedad postparto (9); regenera la flora vaginal en mujeres reduciendo su colonización por bacterias y hongos vía oral (10) y puede reducir la prevalencia de la diabetes mellitus gestacional (11). En niños reduce la frecuencia y duración de la diarrea así como los vómitos (12), las diarreas producidas por rotavirus (13) y las diarreas asociadas a antibióticos (14). Reduce la incidencia de la dermatitis atópica (15-16). La ingesta de leche suplementada con L. rhamnosus reduce el riesgo de caries en niños (17).
Cepa L. rhamnosus HA111: junto con otros probióticos, previenen la diarrea inducida por quimioterapia (irinotecan) en el cáncer colorrectal (18).
Cepa L. rhamnosus R1039: mantiene el ecosistema intestinal y reduce la incidencia de trastornos intestinales como la diarrea asociada a antibióticos (19).
LACTOBACILLUS CASEI: reduce la duración y la incidencia de infecciones como bronquitis, neumonía y rinofaringitis (20-22). En infecciones intestinales mejora la inmunidad contra infecciones bacterianas como E. coli e infecciones virales, como en la vacunación frente a influenza (23-26).
En niños, mejora los síntomas de la rinitis alérgica (27), junto con terapia antibiótica mejora la erradicación de H. pylori (28), es eficaz en las diarreas virales (29) y mejora la incidencia general de infecciones (30).
Cepa L. casei HA108: junto con otros probióticos, previenen la diarrea inducida por quimioterapia (irinotecan) en el cáncer colorrectal (18).
Cepa L. casei R0215: tiene efecto inmunomodulador en la prevención de la alergia al cacahuete en modelo animal (31).
BIFIDOBACTERIUM INFANTIS: es el probiótico dominante que habita en la parte distal del intestino delgado y el colon. Es uno de los primeros en colonizar el tracto intestinal infantil (32) y es crítico en el adulto para la salud intestinal y la función del sistema inmune (33).
Sobrevive muy bien a los ácidos del estómago y biliares (34), y en general es capaz de adherirse a los tejidos intestinales (35). Produce ácido acético e inhibe bacterias patógenas (36).
Produce bacteriocinas con actividad frente a Salmonella, Shigella y E. coli (37-38). Alivia muchos síntomas del Síndrome de Colon Irritable (SCI), como el dolor, la hinchazón, normaliza el hábito del tránsito intestinal y regula el ratio IL-10/IL-12 (39-41).
Reduce los biomarcadores proinflamatorios sistémicos en enfermedades crónicas inflamatorias como colitis ulcerosa, síndrome de fatiga crónica y psoriasis, indicando que los efectos inmunomoduladores de la microbiota no se limita a la mucosa sino que se extienden al sistema inmune sistémico (42).
Puede aliviar los síntomas de la enfermedad celíaca no tratada (43).
Cepa B. infantis R0033: junto con otros probióticos puede reducir en niños el riesgo de infecciones comunes como resfriados, gripe e infecciones gastrointestinales (44). El uso de B. infantis R0033 es seguro y bien tolerado en niños sanos de entre 3 y 12 meses (45).
Cepa B. infantis HA116: junto con otros probióticos, previenen la diarrea inducida por quimioterapia (irinotecan) en el cáncer colorrectal (18).
LACTOBACILLUS SALIVARIUS: este producto contiene la cepa humana HA118.
Frena el crecimiento y la actividad de las bacterias patógenas perjudiciales, incluyendo Helicobacter pylori (46-47) y Salmonella (48). Ayuda a descomponer las proteínas sin digerir y a desactivar las toxinas producidas por la putrefacción intestinal (49). Mejora el perfil lipídico (colesterol), reduce la inflamación, el factor de necrosis tumoral y el recuento de Escherichia coli (50). Junto con prebióticos (fructooligosacáridos) es efectivo reduciendo los síntomas de la dermatitis atópica en niños (51) y en adultos (52).
BIFIDOBACTERIUM BIFIDUM: se encuentran en el revestimiento de la mucosa de la última parte del intestino delgado y son las cepas predominantes para colonizar el intestino grueso para apoyar la salud intestinal, la limpieza, y la funcionalidad. Reducen el colesterol sérico y disuelven las sales biliares (53-54). También se ha visto que B. bifidum posee actividad antibacteriana frente a Helicobacter pylori (55-56), reduce la apoptosis en el epitelio intestinal de niños con enterocolitis necrotizante (57), modula la respuesta del sistema inmunitario (58-60), reduce la duración y la severidad de resfriados (59), posee actividad antiinflamatoria en disfunciones crónicas del intestino grueso como el colon irritable (61-62), reduce la incidencia de la diarrea asociada a radioterapia en pacientes con cáncer cervical (63).
Cepa B. bifidum HA132: junto con otros probióticos, previenen la diarrea inducida por quimioterapia (irinotecan) en el cáncer colorrectal (18).
LACTOBACILLUS REUTERI: este producto contiene la cepa humana HA188.
Disminuye los efectos secundarios de la diarrea asociada a antibióticos (64), reduce el colesterol debido a su acción sobre la absorción intestinal (65), mejora el tránsito intestinal en adultos con estreñimiento (66) y es eficaz en enfermedades infamatorias como la gingivitis (67) y la periodontitis (68). Disminuye la actividad de bacterias patógenas como Helicobacter pylori sin alterar el equilibrio de la microflora (69-70).
LACTOBACILLUS ACIDOPHILUS: este producto contiene la cepa humana R0418.
Mejorar la sintomatología global en pacientes con Síndrome de Colon Irritable (71). Ayuda a mantener un ambiente ácido en el tracto intestinal previniendo el crecimiento de bacterias dañinas y mejora la Diarrea Asociada a Antibióticos (72). Reduce el colesterol total en plasma y las lipoproteínas de baja densidad (LDL) (73-74). Ayuda a mejorar la salud digestiva manteniendo la barrera intestinal, restaurando la flora intestinal, mejorando la digestión, reforzando el sistema inmunológico y ayudando a las bacterias beneficiosas que proliferan en el colon (75). Ayuda a mejorar los síntomas de la rinitis alérgica (76), alergia al polen (77) y de la dermatitis atópica (78). Junto con B. bifidum reduce la incidencia de la diarrea asociada a radioterapia en pacientes con cáncer cervical (79).
BIFIDOBACTERIUM LONGUM: un factor proteico producido por B. longum inhibe la adhesión de la cepa enterotoxigénica de Escherichia coli (80).
Tiene propiedades antiinflamatorias y está indicado para molestias gastrointestinales como la colitis ulcerosa (81), la diarrea asociada a antibióticos (82-83), Síndrome de Colon Irritable (84) y alergias estacionales (85-86).
Ayuda en la formación de ácido láctico y ácido fórmico, disminuyendo el pH de los intestinos evitando la proliferación de bacterias dañinas (87). También es un productor importante de vitaminas del grupo B (88).
Cepa B. longum ssp. longum HA135: junto con otros probióticos, previenen la diarrea inducida por quimioterapia (irinotecan) en el cáncer colorrectal (18).
BIFIDOBACTERIUM BREVE: mantiene la homeostasis del colon reduciendo la inflamación a través de la inducción de células Tr1 productoras de IL-10 intestinal (89). Protege la función del colon, alivia el estreñimiento, reduce los gases, la distensión abdominal y la diarrea (89-90). Mejora los síntomas de la colitis ulcerosa (91). Además, estimula el sistema inmunológico (89,92), inhibe E. coli (93) y suprime el hongo Cándida (94).
Reduce la grasa, la función hepática y la inflamación sistémica en personas con tendencia a la obesidad (95).
En pacientes con quimioterapia mejora efectos adversos como la fiebre, infecciones y trastornos intestinales (96).
LACTOBACILLUS PLANTARUM: actúa contra las bacterias no deseadas mejorando los síntomas del Síndrome de Colon Irritable como el exceso de gases, el hinchazón y el malestar abdominal (97-101), así como en la colitis ulcerosa (102-103). Tiene efectos inmunoestimuladores en ancianos reduciendo el número de infecciones (104). Mejora los síntomas gastrointestinales durante el tratamiento con antibióticos (105). En adultos con hipercolesterolemia reduce el colesterol y la tensión arterial alta, pudiendo reducir así el riesgo de enfermedades cardiovasculares (106).
Cepa L. plantarum R1012: posee actividad antiinflamatoria en células de adenocarcinoma de colon (HT-29) (107).
LACTOBACILLUS PARACASEI: este producto contiene la cepa láctea HA196.
Aumenta significativamente la respuesta inmune específica en personas sanas que han recibido la vacuna contra la gripe (108). Mejora la función digestiva (109), mejora los síntomas (especialmente oculares) de pacientes con rinitis alérgica tratados con antihistamínicos orales (110). Es útil también para combatir infecciones de Staphylococcus aureus, Escherichia coli y Salmonella (111-113). Alivia los síntomas como su frecuencia y duración de la diarrea aguda infantil (114). En pacientes con síndrome de fatiga crónica, junto con otros probióticos, mejoraron la función neurocognitiva (115).
LACTOBACILLUS HELVETICUS R0052: reduce la intolerancia a la lactosa y la diarrea, controla el crecimiento de microorganismos no deseados y de bacterias intestinales, también limita la proliferación de Candida albicans(116).
LACTOBACILLUS DELBRUECKII spp. BULGARICUS: mejora la inmunidad, la digestión y la tolerancia a la lactosa, reduce el colesterol y ayuda en el control de infecciones intestinales (como la diarrea, la DDA y la enfermedad asociada a Clostridium difficile) (117). También se puede encontrar en el queso y el yogurt.
STREPTOCOCCUS SALIVARIUS spp. THERMOPHILUS: ayuda a controlar las bacterias dañinas, reduce la intolerancia a la lactosa, tiene efectos positivos sobre la diarrea en niños, enterocolitis en recién nacidos y en enfermedades inflamatorias intestinales. Mejora la eficacia si se mezcla con otros probióticos en casos de diarrea por rotavirus (118).
INULINA: Es un fructooligosacárido (FOS) de origen vegetal, extraído de la raíz de la achicoria (Cichorium intybus). Actúa como un prebiótico, creando el entorno adecuado para que los probióticos o microorganismos beneficiosos se reproduzcan más rápidamente y en mayores cantidades (119-121). Aumenta la población de probióticos Bifidobacterium en el colon, reducen los metabolitos tóxicos y las enzimas perjudiciales. Previenen la diarrea patógena y autógena, evitan el estreñimiento y protegen la función hepática (122).
ARABINOGALACTANO: es un arabinooligosacárido (AOS) de origen vegetal, del árbol del alerce (Larix laricina). Es un excelente prebiótico ya que incrementa la producción de ácidos grasos de cadena corta, principalmente butirato que actúa como sustrato de energía para las células epiteliales del colon y de protección de la mucosa intestinal. Activa la respuesta inmunológica y estimula selectivamente el crecimiento y la actividad de las bacterias probióticas (123). Es útil para combatir infecciones por su capacidad para disminuir la adherencia de bacterias (124-125). Además, reducen el pH intestinal y mejoran la absorción de minerales (126-128).
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